La Defensa de la Vida en Tiempos de Escases
Guillermo Leal Ceballos
Desde siempre durante mis lecturas de periódicos, revistas, obras etc., buscaba los pensamientos más relevantes, al comienzo me llamó poderosamente la atención que algunos pensamientos que me resultaban brillantes y que consideraba contribuyeron en gran medida en la evolución de la humanidad en los campos: político, social y científico, eran acreditados a un autor anónimo; al principio, me pareció una gran pérdida que un ser humano con ideas tan brillantes, permaneciera conscientemente en un anonimato eterno en la historia; pero con el transcurrir del tiempo pude apreciar la razón por qué prefirieron el anonimato eterno: Temían perder la vida ante hombres ignorantes que poseían un gran poder político y religioso. Pero también, existieron hombres que sin escribir una palabra contribuyeron con su verbo y sus acciones a civilizar o armonizar las relaciones entre los hombres como fueron Jesucristo en el campo religioso y Sócrates en el campo filosófico.
Ahora bien, en artículos anteriores, mi joven y apreciado lector, les dije que la civilidad es un concepto que define unas relaciones de respeto, justicia, igualdad y armonía entre los seres humanos. También he expresado que la conducta civilizada depende de la existencia de recursos materiales suficientes para satisfacer las necesidades fisiológicas y sicológicas del ser humano, una vez que, los recursos empiezan a disminuir o a escasear el hombre retorna a su condición natural: Solo sobrevive el más fuerte.
Por otro lado, podemos deducir de la Historia Universal que la existencia de recursos garantiza la presencia de armonía entre los seres humanos y además, mantiene a la animalidad del ser humano en su temporal letargo. Asimismo, podemos teorizar que, la escases de recursos ha sido cíclica durante la existencia de la humanidad, así, en el pasado cuando se presentó la escases de recursos para satisfacer las necesidades fisiológicas y psicológicas de un determinado conglomerado humano, éste, a sabiendas de la existencia de un único proveedor de estos recursos, que no era, sino, un territorio provisto de terreno fértil y con agua, se lanzaban a su conquista sin importarles si estaba habitado por otro grupo humano, y cuya existencia dependía de este recurso. Esta conducta del hombre se puede afirmar se manifestó en territorio Americano en épocas precolombinas, así como en todo el planeta, porque esta es una conducta del ser humano, no de una determinada etnia, religión o nacionalidad.
En mi opinión, nos encontramos en el comienzo de ese nuevo ciclo de escases y la especie humana se encuentra en la encrucijada de obedecer a su instinto animal de ver al competidor como su enemigo y atacarlo física y sicológicamente hasta matarlo o comenzar un ciclo de cooperación entre nosotros que nos lleve a reconocer al otro, quien, además tiene iguales deseos de vivir. Para afrontar este nuevo reto es necesario que cada rincón del planeta este gobernado por políticos sabios que no se guíen por el instinto animal, el cual, dicta a cada hombre que debe vivir bien su tiempo de vida con el menor esfuerzo físico e intelectual posible, utilizando todo los medios su alcance. Es bueno recordar que el político gobernante – civil o militar- en el siglo XXI está consciente que dispone de ciertos medios como la religión para manipular a un pueblo, así como ciertas ideologías que utilizadas inteligentemente le permiten disfrutar de las bondades de su tiempo sin aportar algo a la sociedad mediante un esfuerzo físico, ya que, no se gana la vida mediante un trabajo manual, ni en el campo intelectual mediantes el aporte de valiosas leyes que promuevan la justicia y la igualdad, ya que, muestra evidentemente un desconocimientos total de la historia del hombre y su filosofía. Por otro lado, es bueno recordar que hace muy pocos siglos, incluso hasta mediados del siglo XX en algunos países el ciudadano común creía que su gobernante era impuesto por una divinidad, hasta que se hizo evidente el engaño, el gobernante de origen divino perdía una guerra y el pueblo millares de vidas.
Pensamientos:
«Pudo darse en los primeros tiempos el caso de que al iniciarse
una forma determinada de régimen político, no se adoptase
resolución alguna sobre las normas de gobierno, y que se confiase
todo a la sabiduría y discreción del gobernante, hasta que la
experiencia puso de manifiesto los múltiples inconvenientes derivados
de semejante situación, y que lo que se había ideado
como remedio no hacía otra cosa que empeorar el mal. Comprendieron
entonces los hombres que el sometimiento a la voluntad
de uno solo acarreaba la desgracia de todos. Eso les obligó a dictar
leyes en que cada cual podía informarse de sus obligaciones
y conocer los castigos que sobrevendrían a su transgresión.»
John Locke (1632 – 1704)
“Que aprendan los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el por qué, se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad como limitados, ni a la costumbre como los estúpidos”
Simón Rodríguez (1769 – 1854)
El mundo no puede decidir lo que es correcto y lo que es incorrecto. Sin
embargo, la inacción puede decidir esto (Chuang Tsé, 18).
Citado por: Giannina Burlando
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